La combinación perfecta entre estrategia y suerte convierten a Rummy en un juego de números trementamente adictivo. Su formato lo hace ideal como juego para viajes y su dinámica, sencilla pero competitiva a la vez, acabará enganchando a todos los miembros de la familia.
Podemos decir que Rummy es un juego de los de toda la vida pero que nunca dejará de estar de moda. Gran parte de su popularidad se debe a que es un juego de combinaciones numéricas al que se puede empezar a jugar sin grandes explicaciones con un mecanismo de juego muy intuitivo.
En este juego cada jugador coge 14 fichas para empezar la partida. Los jugadores deben tener una o más combinaciones que sumen 30 puntos o más (que vendrán dados por el valor de cada ficha). En caso de no tener, se debe robar y pasar turno. Las fichas a combinar deben ser del mismo color o del mismo número pero de distintos colores. El objetivo del Rummy es quedarse sin fichas lo antes posible y poder así ganar la partida. Para ello podrás usar las fichas de tu atril y las que ya estén sobre la mesa.
Tipos de combinaciones de rummy: existen series y escaleras. Ambas deben contener como mínimo tres fichas (nunca puede haber sobre la mesa una combinación con menos de tres). En ambos casos los comodines podrán sustituir a la ficha que necesitemos.