Copenhagen es un juego con una mecánica muy intuitiva y cuyas reglas aprenderás en un momento. Las partidas son ágiles y de una duración de unos 30 minutos. Es de 2 a 4 jugadores con una edad mínima recomendada de 8 años.
Para que te puedas hacer una idea rápida y visual del juego, podemos decir que Copenhagen es una especie de Tetris. Los jugadores podrán hacerse de las fichas necesarias para embellecer sus propias fachadas con la gestión inteligente y estratégica de sus cartas. Para ello, cada jugador cuenta con un mazo que irá formando de un suministro común y deberá descartar un número de cartas igual a la pieza o loseta de fachada que desea colocar en su tablero.
Hay que tener en cuenta que nunca podemos tener más de siete cartas en nuestro mazo, de manera que, si lo sobrepasamos, debemos descartar el exceso de forma inmediata. Los puntos se obtienen completando una serie de columnas de un tablero cuadriculado. Por otro lado, debemos tener presente que algunas casillas te aportan una bonificación extra, con lo que puede que te interese enfocar tus esfuerzos en tapar los blasones.
La partida de Copenhagen finaliza cuando un jugador alcance 12 puntos o bien se revele la carta de sirenita que se colocará al fondo del mazo cuando éste se use por segunda vez. Y por si fuera poco, incluye además una mini expansión con piezas de colores multiples que aumentan su jugabilidad.