Ideal para toda la familia por su sencillez y, a su vez también, el juego más aclamado del panorama internacional. Los jugadores cuentan con seguidores (caballeros, monjes, granjeros…) que darán puntos a sus propietarios cuando se complete cada construcción. Cada partida es diferente ya que el tablero se improvisa en cada ocasión.
Desde que en 2001 ganara el premio al mejor juego del año, acumula más de 10 millones de unidades vendidas, lo que lo convierte en el juego más aclamado del panorama internacional. Su popularidad hace que se organicen torneos nacionales del juego de mesa Carcassonne para competir en una gran final mundial.
Carcassonne se basa en una dinámica simple; hay que construir un mapa con las piezas de las ciudades, caminos, claustros y campos, sobre las que se van posicionando los seguidores por turnos. Todo ello recreando un ambiente que te transporta a la época medieval. Esta mecánica tan sencilla hace pueda jugar cualquier persona desde casi cualquier edad. Con las diferentes expansiones de este juego puedes aumentar si cabe su jugabilidad, con lo nunca tienes la sensación de que se agote. Sin duda, se trata de uno de esos juegos de mesa clásicos que no puede faltar en una ludoteca que se precie.
Componentes: 40 seguidores de madera, 72 losetas de terreno, 1 tabla de puntuación, 1 reglamento.